5 curiosas construcciones de Jávea que quizás nunca has visto

Cuando pensamos en Jávea imaginamos su paisaje, sus chalets impresionantes, sus encantadoras casas del Centro Histórico, sus villas decoradas con la tosca típica... Pero en esta población se han levantado algunas construcciones que son muy curiosas, ya sea por su arquitectura o por las historias que en ellas han sucedido. Construcciones la mayoría de las cuales forman parte de la memoria y sólo pueden ser vistas en fotografía porque han sido derribadas y ya no existen.

En este post te presentamos algunas de estas casas y te contamos que es lo que las ha convertido en únicas:

1. El Merendero del Cabo: en coche o de excursión a pie desde el pueblo. Así es como solía acudir la gente al Merendero del Cabo de San Antonio, un bar que estaba situado junto al faro. En la actualidad es la zona destinada al aparcamiento de vehículos. Además del sabroso Suquet de peix que recuerdan los que iban allí a comer, también seguro que eran impresionantes las vistas al mar y a Ibiza en días soleados.

2. El Iglú: no estamos en el Polo Norte; estamos en la Plana, en el Parque Natural del Montgó. Allí todavía se alza una de las construcciones más curiosas que hay en Jávea. Está diseñada en forma de iglú. La idea fue del pintor y escultor Eladio Calleja, quien vivía allí. Era su estudio y también fue galería de arte en los años setenta. En la actualidad es propiedad de otra familia.

3. Discoteca Caracol: junto al Molí Blanc, fue durante los años setenta -sobre todo- una referencia para disfrutar de la noche en la Costa Blanca. Era una discoteca con un diseño muy particular. La pista de baile vista desde arriba tenía forma de caracol; de ahí su nombre. Estaba situada junto a la carretera del Pla.

4. La Casa del Cable: esta casa fue construida en 1860. Su misión era muy especial: albergar la estación telegráfica que servía para comunicar la Península con las Islas Baleares. Desde delante de la casa, en el Paseo de la Marina Española, salía un cable submarino que llegaba a Sant Josep de Sa Talaia, en Ibiza. Desde un extremo al otro se enviaban las señales convertidas en telegramas. También fue el espacio dedicado al culto de la Virgen del Loreto antes de que se construyera la nueva iglesia de Aduanas del Mar. A principios de los años 2000 la casa fue completamente reformada y ahora es una sala de exposiciones.

5. El Castillo: más parecido a un cuento infantil que a una casa, esta edificación estaba situada en la Avenida Juan Carlos I en dirección hacia el Puerto. Este castillo era en realidad una réplica del Palau de Ripalda de Valencia. Los propietarios eran una familia de Albaida, donde también había una construcción muy parecida. Ninguna de las tres existe ya.

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