Antes y después de un piso en el Arenal
Esta vez os queremos hablar de un proyecto que hemos entregado hace poco y del que estamos muy contentos con el resultado. Se trata de la reforma de un piso en la zona del Arenal (Jávea) y es la prueba de que, cambiando revestimientos y moviendo algún tabique, las viviendas con aspecto anticuado y muy compartimentadas se actualizan y parecen totalmente de nueva construcción.
El propietario actual compró el piso por su enviable situación, imaginamos, y por las magíficas vistas a la playa del Arenal. El piso es amplio, con dos habitaciones, y estaba en buenas condiciones de conservación, pero como véis en las fotos, su aspecto era más propio de los años ochenta que de la actualidad, sobre todo por el pavimento de terrazo color rojizo y los muebles pasados de moda. La cocina era estrecha y le llegaba poca luz del exterior. Y la distribución también presentaba un hándicap para el propietario, que era tener un solo cuarto de baño.
Partiendo de estos condicionantes, nos pusimos manos a la obra para hacer un lavado de cara al apartamento durante el invierno y tenerlo a punto con la llegada del buen tiempo. Para ello, contamos con la colaboración muy activa de David, el propietario, que nos iba dando ideas de lo que necesitaba y con nuestro equipo de construción y de arquitectura técnica, que iba plasmando en planos lo que nos contaba.
El primer gran cambio fue ajustar la distribución. Así, se eliminaron los tabiques de la cocina, que ha ganado en luz, y se añadió una barra americana entre la cocina y el salón para tener más almacenaje en la zona de cocina y separar los ambientes. Y por otra parte, se solucionó el problema del único cuarto de baño: quitando los armarios empotrados y redistribuyendo el baño, se consiguió sacar algún metro cuadrado adicional que sirvieron para hacer dos cuartos de baño contíguos que tienen la ducha compartida, pero que gracias a una mampara opaca, cada cuarto tiene total privacidad respecto al otro. Una idea muy original y práctica que creemos que ha quedado muy bien.
Y el segundo paso fue cambiar el pavimento de toda la vivienda, que como hemos dicho no gustaba. El original fue sustituído por un suelo porcelánico imitación madera (de este material, tan versátil y que nos encantaya os hablamos en un post anterior). Como véis, es en tonos claros y le aporta mucha luminosidad a la casa. En la zona de la cocina, se optó por otro pavimento un poco más oscuro, a juego con la encimera y la barra americana, y en el frente, azulejo tipo metro color en blanco, totalmente actual. Y en los cuartos de baño, el propietario también eligió con mucho acierto baldosas en tonos claros, ya que al ser estancias pequeñas los colores claros reflejan más la luz y amplían el espacio. El suelo de la ducha es de cantos rodados, que le dan un toque natural y además ayudan a no resbalarse.
Y por último, también se acometieron algunos detalles finales: se cambió la ventana de una de las habitaciones para tener acceso directo a la terraza tan magnífica y se añadieron algunas tomas de enchufe. También se abrió una pequeña ventana en el cuarto de baño para dar más luz natural.
¿Qué os parece el resultado final? ¿Verdad que parece una casa totalmente nueva? Nosotros estamos contentos con el resultado y esperamos que David esté disfrutando ya de su nueva casa y del verano en Jávea. ¡Feliz verano a vosotros también!